Cuando los productos y servicios se ajustan a las normas técnicas los consumidores pueden tener la confianza de que los mismos son seguros, fiables y de calidad adecuada.
A modo de ejemplo, las normas sobre seguridad vial, seguridad de los juguetes, seguridad de materiales eléctricos, entre otras, son algunas de las normas que ayudan a hacer nuestro entorno un lugar más seguro.