España se prepara para desarrollar una elevada cantidad de iniciativas para la recuperación y la modernización de la economía, respaldadas por una financiación europea sin precedentes.
Todas esas iniciativas deberían considerar el efecto de palanca que el desarrollo de nueva estandarización puede aportar a sus objetivos, proyectándolos a más largo plazo y a todo el sector al que van destinados. Los beneficios surgen de la propia naturaleza de las normas, claves para la competitividad.