España mantiene su liderazgo en la adopción de estándares mundiales, según el último estudio The ISO Survey 2021 de la Organización Internacional de Normalización, ISO. Un informe anual que recoge la implementación de normas técnicas en las organizaciones en áreas como la calidad, medio ambiente, tecnología o gobernanza, y en las que España se sitúa entre los primeros en las diferentes categorías. La Asociación Española de Normalización, UNE, miembro español de ISO, juega un papel fundamental en la elaboración de normas internacionales y en la concienciación sobre la importancia de su cumplimiento.
La transición ecológica y la sostenibilidad son una de las apuestas claras para el crecimiento del tejido empresarial español y una de las líneas estratégicas de UNE para poner al servicio de las empresas y organizaciones las normas y buenas prácticas que les permitan alcanzar sus objetivos. En esta línea, España se sitúa como quinto país en el que más empresas e instituciones han adoptado la norma de gestión ambiental (ISO 14001). En concreto, 20.942 centros de trabajo españoles han sido certificados en base a esta norma, solo por detrás de China, Japón, Italia y Reino Unido.
Asimismo, las necesidades de las organizaciones para adaptarse a los nuevos requerimientos de la sociedad en temas ambientales y de gobernanza han llevado al desarrollo de nuevas normas como la gestión de eventos sostenibles (ISO 20121), la gestión de activos (ISO 55000) o la gestión de relaciones comerciales colaborativas (ISO 44001), que por primera vez han sido recogidas en el estudio. En ellas, se ha visto reflejada la apuesta de las entidades españolas por dar respuesta a estas exigencias y mantenerse a la vanguardia mundial situándose en los primeros puestos.
Destaca, a su vez, que España es el cuarto país con más centros de trabajo certificados en gestión de la seguridad y salud en el trabajo (ISO 45001); el quinto en la gestión de la energía (ISO 50001); o el segundo en gestión de la seguridad vial (ISO 39001). Posiciones que marcan la importancia que tiene para nuestro país la normalización y el respaldo con el que cuenta la implementación de los estándares. Estos son un apoyo inestimable al impulso del comercio exterior y ayudan a que los productos y servicios nacionales tengan presencia internacional al garantizar compatibilidad y las mejores prácticas en calidad y seguridad. Al mismo tiempo, son muy útiles a la hora optar a licitaciones públicas y aportan confianza a los inversores.